Hola, soy @miquelartero,
Quiero darte la bienvenida a Vitae, una newsletter de micro-ensayos, en la que comparto mis aprendizajes y vivencias para inspirarte a diseñar una vida fiel a tus valores, maximizando felicidad y éxito.
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El poderoso drama
“Oh, mi yo, oh, vida de sus preguntas
que vuelven del desfile interminable de los desleales,
de las ciudades llenas de necios
¿qué hay de bueno en estas cosas?
Que tú estás aquí,
que existe la vida y la identidad,
¡que prosigue el poderoso drama
y que tú puedes contribuir con un verso!”
Fragmento de Whitman, recitado por el profesor Keating en El club de los poetas muertos. Keating añade: “La medicina, el derecho, los negocios y la ingeniería son carreras nobles y necesarias para la vida, pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor… Esas son las cosas que te mantienen vivo”.
Tus deseos no son tuyos
En el juego de la vida, las reglas o, como diría Krishnamurti, las autoridades las impone la sociedad. Ideales a los que debes llegar para ser feliz. De ahí emanan tus deseos. Quieres ser abogado o consultor, pero ¿te has preguntado el por qué? Tus deseos muchas veces no son tuyos, son las proyecciones de una mente condicionada por la sociedad, por los que te rodean y por tus propias experiencias pasadas.
Alguien dijo en Westworld: "We can't define consciousness because consciousness does not exist”.
Crees que hay algo especial en tu manera, teóricamente consciente, de percibir el mundo, pero igual que los robots de la serie vives en loops programados, y raramente te cuestionas qué hay detrás de tus elecciones. Prefieres dejarte guiar por aquello que ya sabes o conoces, aunque te lleve a los mismos lugares. Ahí es donde la sociedad y sus reglas te resultan útiles. Falsa sensación de seguridad.
“Insanity: do the same over and over again and expect different outcomes”.
Te conviertes en un ser humano de segunda mano que, para sentirse protegido, repite o imita lo que ve en los amigos, familiares, profesores o influencers que le rodean.
No lo sé
No te va a resultar fácil aislarte cien por cien de la sociedad. Puedes irte a las montañas o hacer un retiro, pero te llevas contigo tus ideas, experiencias, miedos, costumbres y conocimiento acumulado.
La revolución de tu “yo” auténtico sucede en tu interior, y una manera de empezar a evitar los condicionantes de la sociedad es empezar a decir “no lo sé”. Entrar en el reino de lo desconocido. Desconocido porqué no hay ninguna autoridad o ideal que lo suscriba, desconocido porqué puede significar un fracaso total. En ese instante eres real. Eres tú de verdad.
Cuando vives en lo desconocido, aparece un estado de humildad total, sin la arrogancia que se desprende del conocimiento, sin necesidad de causar una impresión en nadie. El miedo se acaba porque toda la preocupación por el reconocimiento desaparece. Felicidades, ¡estás saliendo del rebaño!
Ron, y no monedas
Cuando aplicas luz sobre todo lo que te condiciona, puedes archivarlo. Y lo que queda, bueno pues lo que queda eres tú.
Quita la arena hasta llegar al cofre. Y recuerda que tu cofre podría estar lleno de ron, y no monedas. ¿Quién dijo que los cofres solo sirven para guardar joyas? Descubrir tu identidad va más de comprender lo que no eres (quitar arena) que de recibir una profecía repentina con tu propósito en letras blancas gigantes sobre una colina.
Una buena manera de llegar hasta el cofre es no apegarse demasiado a ninguna clase social, nación, cultura, partido político o corriente religiosa que escoja unos ideales que prevalezcan sobre otros. Ese es el origen del conflicto, de tu conflicto interior. Entre lo que es bueno y lo que es malo. Lo que eres y lo que deberías ser.
La guerra no es el camino hacia la paz.
De cada religión, corriente político, cultura y nación puedes aprender e inspirarte, no obstante, tu auténtica identidad se halla en el todo y no en una de sus partes.
No se trata de vivir al margen de la sociedad o los que te rodean, pero es importante proteger tu parte auténtica y real. Si todos lo hacemos quizás demos lugar a una nueva civilización. Una revolución contra el conformismo y contra el “correctismo” donde cada uno saca a relucir sus superpoderes y contribuye en hacer un mundo mejor.
Avengers sin capas o martillos.
Comer palomitas
“Libera tu mente. Usa tu imaginación. Di lo primero que se te ocurra aunque sean tonterías”, como diría Keating.
Hay dos tipos de personas dentro del poderoso drama (la vida) de Whitman: actores y espectadores. Te animo a que no te limites a comer palomitas, a que crees tu propio guión, a que tomes riesgos y a que vueles. Te vas a equivocar, vas a necesitar muchas tomas, pero de eso va la película.
Roosevelt dijo:
"It is not the critic who counts; not the man who points out how the strong man stumbles (...) The credit belongs to the man who is actually in the arena, whose face is marred by dust and sweat and blood (...) who at the best knows the triumph of high achievement, and who at the worst, if he fails, at least fails while daring greatly, so that his place shall never be with those cold and timid souls who neither know victory nor defeat."
Es mejor fracasar mientras intentas conseguir algo extraordinario que tener éxito en algo ordinario. “Ordinario, del latin ordinarius (adjetivo): Que no destaca por nada especial y se encuentra en lo que se considera normal”.
Descubrir tu ser auténtico y vivir fiel al mismo, es algo definitivamente extraordinario.
Entonces...
¿Cuál será tu verso?
Lago Titicaca, Isla de la Luna, Bolivia, 2014. Viajar solo a un lugar remoto me permitió suavizar el impacto de los condicionantes de la sociedad. Al desconectar de partes concretas (mis amigos, mis familiares, mi país...) logré conectar conmigo mismo y con el todo.
Gracias por leer Vitae,
Miquel.
*mención especial BS
Buenísimo ;)